Los Muertos vivientes: En lo que nos hemos convertido


Sorprendente la rapidez con la que salen los tomo de esta serie. A quien la venga siguiendo desde hace tiempo, le diré que encontrará mas de lo mismo. Tras el "busquemos la burrada mas gorda todavía" de la saga del gobernador, en los dos últimos tomos se ha retomado el tono intimista de la serie, no exento de golpes de efecto y momentos de violencia adrenalítica.

Se profundiza algo en los nuevos personajes, al menos en uno, y los supervivientes de los originales van evolucionando, convirtiéndose cada vez más en meros supervivientes natos, dispuestos a todo por defender a los suyos.

Por lo demás no hay grandes sorpresas ni cambios de rumbo, ni nada. Algún momento realmente inquietante, tal vez incluso escalofriante. Como ya dije, mas de lo mismo. Charlie Adlard lo hace bien, pero sigue sin impresionarme. Robert Kirkman si lo hace, pero uno empieza a verle sus deficiencias. Los diálogos, gran baza de la serie, resultan un poco forzados, los personajes siempre están dispuestos a desnudar su alma con suma facilidad, los conmovedores discursos que sueltan resultan poco naturales, jamas se interrumpen o añaden nada, los interlocutores se limitan a guardar silencio, conmovidos. Y todos hablan de la misma manera, empleando el mismo tipo de lenguaje, sin duda el que emplea Robert Kirkman.

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