Azincourt



Nueva novela de Bernard Cornwell. Siempre es entretenido leer a este hombre. En esta ocasión nos cuenta las aventuras de Nick Hook, durante la campaña francesa de Eduardo V, teniendo lugar el clímax de la novela en la batalla de Agincourt, al parecer Azincourt según la ortografía medieval.

Nick Hook es un guardabosques que toda su vida a sido puteado por un cura noble y rico, que termina en el ejército después de convertirse en proscrito. Eduardo V es descrito como un puritano duro, intransigente y obstinado, bastante alejado del personaje de Shakespeare, aunque mantenga su costumbre de pasearse de incógnito entre la tropa para conocer su moral y opiniones.

Nick por el contrario es un muchacho ingenuo y con buenas intenciones. A partir de la matanza de Soissons, surge a la luz un peculiar rasgo de su personalidad, que no creo que le guste a un amigo mío, que lo mismo podemos entender como una manifestación de su subconsciente o un elemento fantástico en el relato.

Los viejos conocidos de las aventuras de Thomas de Hooktown, nos encontraremos muchos elementos conocidos. De hecho, incluso se le menciona una vez a lo largo del libro, y, aunque interesantes, las reflexiones sobre el tiempo y el entrenamiento que se necesita para producir un arquero en condiciones, su envergadura y diferencia con los de competición actuales, la fiebre por el arc oque sufrieron los ingleses, como se usa y se mantiene un arco, sus componentes, empiezan a olernos un poco, porque nos las hemos encontrado en los libros del santo grial, y puede que unas cuantas veces.

No es extraño, a fin de cuentas transcurren en la misma época y leí que Bernard Cornwell empezó a escribirla como una novela de Thomas de Hooktown, y luego lo dejó porque le parecía que su historia había acabado en “Heretic•. Se me ocurren otros motivos: Asumiendo que Thomas tuviera 18 años en Crezy (1346), en Agincourt tendría 88 (1415). Aunque parecidos, Nick es una versión mas joven e ingenua de Thomas, quien pasaba en una elipsis del ataque a su pueblo natal a ser un veterano arquero del rey, es menos pícaro y mas preocupado por hacer lo correcto. A pesar de cómo empieza el libro es básicamente un buen chico, al que la vida lleva por lugares peligrosos y horrendos.

La necesidad de ceñirse a la realidad histórica impide que sea una novela tan vibrante como otras del mismo autor, como por ejemplo las de Uthred de Bembabburg, pues todo tiene que transcurrir en unas fechas y lugares determinados y seguir los movimientos del ejercito invasor. Pese a ello, como siempre, logra un entretenimiento de primer orden, las batallas están escritas con maestría y el final resulta muy emocionante. Se echa en falta algo más de sentido del humor, aunque hagan lo que puedan algunos de los entrañables sargentuchos de Cornwell, como sir Cornewaille.

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