"Luminoso", de Greg Egan




Greg Egan es un autor del que llevo años oyendo hablar, con fama de ser el chico de oro de la ciencia ficción hard, al que sin embargo no me había atrevido a catar hasta ahora, porque tiene también fama de ser ininteligible, se dicen de él cosas como que hace falta tener varios doctorados en física para entender sus libros, aunque otros, que tienen uno, dicen que en realidad no, pero que se esfuerza adrede en que no se le entienda.

Finalmente me he atrevido y me he leído “Luminoso”, su último libro publicado en mi patria. ¿Y cual es mi impresión fundamental? Que he hecho el gilipollas durante años. Conmino a posibles lectores a no fundar juicios basados en opiniones ajenas, y que si sienten curiosidad o interés por algo, se zambullan en ello, y solo acepten hechos de primera mano.

Este libro de relatos me impactado mucho. Y he de decir que algunos de ellos “Crisálida”, “Fuego plateado” y “Motivos para ser feliz”, no es solo que le puedan gustar a un aficionado a la ciencia ficción, sino que le gustarían y serían perfectamente disfrutados por cualquier lector en general. Los temas y las ideas que trata son muy interesantes, y los relatos se sostienen bien. La mayoría están escritos en primera persona, de un modo sencillo, lo que algunos lo juzgan como un error estilístico. No estoy de acuerdo. Parafraseando a Juan Carlos Planells, cuando hablaba de Patricia Highsmith y Philip K. Dick, si no contase sus historias de un modo sencillo, no se le entendería nada (y me acuerdo de Gregory Benford cuando le dio por ponerse lírico describiendo la atmósfera de un planeta).

Los temas son diversos abarcan desde la ingeniería genética, la naturaleza del yo (esto último parece casi una obsesión), la locura del pensamiento irracional o del racismo, y para tratarlos elige los esquemas de la novela negra en “Nuestra señora de Chernobyl”, “Crisálida” y “Fuego plateado”, el terror, “Señor volición”, “Sueños de interfaz” o incluso un ligero matiz de comedia, en el satírico “Eva Mitocondrial”, bastante criticado por lo obvio de su moraleja, aunque yo lo haya disfrutado mucho.

Existe sin embargo un pero, que me he encontrado al final del libro, cuando ya no esperaba ninguno: el relato “La inmersión de Planck”. Comprendo la historia, los personajes, y lo que quiere decir, pero es un esqueleto pobre sobre el que coloca amplias descripciones de los entornos y el interior de un agujero negro. Es un cuento sobre agujeros negros, muy interesante, las partes que he comprendido son fascinantes, nunca me cansaré de la belleza y la fascinación de la física, sin embargo, en su mayor parte, no he entendido nada.

Comentarios

Entradas populares de este blog

“El fin de la muerte” de Cixin Liu

"Mark" de Robin Wood y Ricardo Villagrán

“La era del diamante: manual ilustrado para jovencitas” de Neal Stephenson