"Robin Hood el proscrito" de Angus Donald



Soy un viejo fan de Robin Hood, tengo tendencia a devorar todo lo que encuentro sobre este personaje (y sobre el rey Arturo, Sherlock Holmes y Flash Gordon), la patria de uno es su infancia, que dice el Reverte. Asi que si algún dia crezco seré un patriota.

Nos encontramos pues con la antepenúltima versión de Robin Hood. Esta se caracteriza por una cierta desmitificación del personaje. Robin Hood es aquí un sujeto mas oscuro, que se caracteriza por la crueldad que es capaz de mostrar con sus enemigos y, sobre todo, con los traidores. Robin Hood opera como una ley al margen de la ley un señor feudal oficioso, que cobra impuestos y ejerce de juez y protector que toma duras represalias contra los que atacan a los pueblos bajo su protección. En diversas entrevistas Angus Donald ha comparado su versión con los Corleone y los bandoleros. Mas que una banda, dispone de una organización, una caravana itinerante, aunque también posea la inevitable base en lo mas oscuro del bosque y una red de espías.

La historia es narrada en primera persona por Adam A. Bell, ya anciano y retirado de peleas y aventuras. No soy un experto, pero no creo que exista una versión canónica de Robin Hood (como en mi opinión tampoco la hay del rey Arturo), por lo que sé, todo lo que se ha escrito y fabulado son interpretaciones exclusivas de cada autor, derivadas de unas canciones medievales. En los últimos tiempos, la influencia de la película de Kevin Costner es brutal, y no hay casi versión nueva en la que no sea un veterano de las cruzadas que encuentra el país oprimido por la tiranía a su regreso, cosa inédita hasta entonces.

Angus Donald mismamente se suma a esta corriente, o lo hará, pues el libro termina cuando se hace amigo de Ricardo Corazón de León y se marcha a las cruzadas. Incluso parece anticiparse a la de Russel Crowe y Ridley Scott, pues unos comentario del narrador anticipan que en el futuro obligará a un monarca a reconcerles sus derechos. Para colmo, esta obra Robin Hood es de ascendencia normanda, cosa sorprendente en un personaje que tradicionalmente es el adalid del pueblo sajón ante los desmanes de los invasores normandos.

Así, tanto el propio Robin Hood como sus compañeros y sus personalidades varían entre cada versión. Little John y Fray Tuck suelen estar siempre y son casi siempre mas o menos iguales. Will Scarleth y Adam A. Bell, no y varían mucho (Kevin Costner convirtió a Will Scarleth en su hermano). Cuando sale Adam A. Bell suele ser un juglar o trovador que acompaña a la banda y a veces espía para ellos, o les hace publicidad y relaciones públicas cantando sus azañas.

En esta ocasión es un muchacho que tras ser descubierto robando una empanada, y estar a punto de perder una mano, ha de refugiarse entre los proscritos del bosque (a los que le entrega su propia madre, lo que indica la confianza que tiene el pueblo en ellos). Robin se encargará de que aprenda a pelear, y a tocar la viola y a cantar. En este aspecto, Angus Donald demuestra un buen conocimiento de la música medieval, tema que por desgracia no me interesa lo mas mínimo.

!Como molan las novelas de aventuras!. Este pensamiento debe ser tenido en cuenta a la hora de analizar esta novela. Porque por encima de todo, es una novela de aventuras, no pretende ser un sesudo análisis de la mentalidad medieval, ni explorar el simbolismo del bosque primordial y sus habitantes, ni satirizar la actualidad. Lo que pretende es entretener y contar una historia emocionante. Y eso lo consigue plenamente. Hay muchos lances y peligros, peleas y batallas, persecuciones, e incluso un par de escenas que parecen de novela de terror. Añadamos que las situaciones y los personajes son lo suficientemente creíbles, las batallas son bastante horribles y brutales, las mujeres ni suspiran ni se desmayan ni son espadachinas pioneras del feminismo fuera de su época. Los héroes sucumben a la tortura, tienen miedo y pueden ser egoístas y crueles.

De hecho lo que mas distingue a la obra es el intento de desmitificar a Robin Hood, de no mostrarlo como el inocente héroe despreocupado habitual, hasta tal extremo que un amigo mio se refiere a este libro como "El Robin Hood psicopata". Algo de ello hay, Robin Hood es un hombre valiente y buen compañero, que guarda una profunda ira dentro de sí mismo que aparece de forma explosiva a veces, aunque mas a menudo se comporta como un tipo frio capaz de rumiar horribles venganzas.

Pero aunque mi valoración es mas bien positiva, hay algunas debilidades que no me han convencido. Los momentos de humor, intentos de volver entrañables a los personajes, me han parecido bastante malillos y repetitivos. Algunos personajes y algunas escenas me han resultado, como diria yo...., demasiado "Holywoodienses". Estoy pensando, en concreto, en el amigo judio lanzador de cuchillos.

La evolución de Adam A. Bell es muy tópica, aunque eso tal vez sea inevitable, es la típica historia de niño que se convierte en hombre, que admira-teme a su héroe, de cuya amante se enamora platónicamente, tiene un rival durante su aprendizaje que se acaba convirtiendo en su peor enemigo. Nada especialmente grave, dicen que no hay historias originales, que lo que importante es como nos las cuentan, pero todo bastante manido.

La escena del sacrificio humano me parece metida con calzador. En el epilogo histórico Angus Donald admite su poca verosimilitud, pero que la introdujo porque le fascina la posibilidad de que persistieran cultos paganos en la britania del siglo ..... Pero es que aparte de su poca credibilidad, no aporta mucho a la trama, se supone que es el elemento definitivo que pudo decidir al traidor, (del que hablaré a continuacion), pero eso es falso, este ya operaba antes de que se produjera, y la tensión que pueda causar entre los miembros de la banda es, a la postre, irrelevante. Da la sensación de un "pegote", que puso ahí porque la escena le molaba, sin mas. Y por cierto, acabo de leer que en realidad los cultos paganos pervivieron durante mucho mas tiempo, hay que ver que cosas.

Y hablemos del traidor. Se supone que hay una especie de trama de intriga. Digo se supone. No digo un lector avispado, sino uno medianamente despistado, se da cuenta de que hay un traidor en la banda y de quien es, mucho antes que los protagonistas lo sepan. Podría esta hecho aposta, pero, si es así, ¿a que vienen las conversaciones en las que enumeran a los sospechosos? No son muchas, puede que solo una, pero su sentido narrativo se me escapa, ¿a que discutir un enigma del que se conoce la respuesta? Igual es una cuestión de honradez con el punto de vista narrativo elegido, el lector la conoce pero no los personajes, asi que estos pueden sospechar. Pero entonces, ¿porque cierra la novela con la muy poco impactante revelación del culpable y una confesión que parece sacada de un final de "Se ha escrito un crimen"?

Acaba de salir la segunda parte, y la única razón por la que no estoy seguro de si comprarla o no, es que la contraportada dice que junto a la puramente aventurera, hay una trama de intriga, y que se tienen que enfrentar a un traidor en sus propias filas. ¿Otra vez? ¿No es un poco repetitivo? Además que ha sido la parte que peor le ha quedado .

Estas consideraciones pueden dar la sensación de que me haya parecido muy mala novela. Nada mas lejos de mi intención, como ya dije, me lo he pasado muy bien leyéndola, es una buena novela de aventuras.

Comentarios

Entradas populares de este blog

“El fin de la muerte” de Cixin Liu

"Mark" de Robin Wood y Ricardo Villagrán

“La era del diamante: manual ilustrado para jovencitas” de Neal Stephenson