"La guerra contra los Rulls" de A. E. Van Vogt



¿Me he leído realmente la novela "Guerra contra los Rull" de Alfred E. Van Vogt? Pues no sabría decirlo. Creo haberlo comentado antes, pero la traducción es tan espantosa, que no estoy seguro de haberlo hecho. Si quieren leerla, busquenla en ingles, porque lo que es esta no se entiende un pimiento. ¿Realmente perpetró este crimen Juan de Luzón, el supuesto traductor, a quien no conozco de nada, o es que los azares de la electrónica han jugado malas pasadas? Digo yo que en 1963 no existía el traductor automático del google, pero se siente su espíritu por esta lectura, que me ha permitido descubrir nuevos adjetivos como "atalayante", "vagarosas", colocados siempre precediendo al sustantivo.

¿De que creo que va? Digo, creo, porque ya digo que esto no hay quien lo entienda, pues a la humanidad en guerra contra una especie de gusanos provinientes de otra galaxia, que son capaces, mediante el control celular de emisión de la luz, de adoptar cualquier forma, y tienen la costumbre de exterminar a todas las especies que se encuentran. La humanidad, por supuesto, se enfrenta a ellos y además de ocupa de defender a toda otra especie que se encuentra, al menos hasta que esta desarrolle una industria y tecnología que que les permita defenderse por si solos.

Tenemos a un tal Trevor Jamieson, un tipo muy listo y seguro de si mismo, tan arrogante y confiado en su propia inteligencia, que a veces parece rondar la demencia, aunque siempre salga con bien de todas, y eso que, por esta vez, carece de poderes psíquicos. Aunque, eso sí, no le ponga reparos morales a la hora de realizar lavados de cerebro, que parece que Van Vogt consideraba que eran el mayor logro de la especie humana.

Conociendo a Van Vogt, la novela debe ser un fix-up de varios relatos relacionados. Un aspecto interesante es que la mayor parte del libro trata de las relaciones con extraterrestres, sobre todo con los telepatas ezwal, cuyos puntos de vista, valoran la adaptación al medio ambiente y desprecian la tecnología, son tan distintos que parecen hacer imposible la alianza.

La mayor parte de los relatos son entretenidos, la historia del hijo de Trevor Jamieson es bastante escalofriante, y tienen algunas ideas interesante, pero vamos, no se acaban de entender bien, por culpa de esa traducción creativa, que no es que se invente lo que decía el autor en ingles, es que se inventa un nuevo idioma, sólo oscuramente relacionado con el castellano.

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