"Comerciantes de las estellas" de Poul Anderson



La publicación de un libro Poul Anderson es una magnífica noticia. Este ejemplar ha sido publicado en "Los libros de Barsoon", colección dirigida por la dirección de la revista Barsoon . Barsoon es una publicación de "La hermandad del enmascarado", una asociación cultural sin ánimo de lucro cuyo propósito es promover y rescatar la literatura popular, el pulp, el folletín y la novela popular española. Personalmente, yo lo adquirí en la librería "Estudio en Escarlata", de Madrid. Un respeto a todos ello.

Existe un gran consenso sobre que los tres grandes de la ciencia ficción son. Robert A. Henlein, Isaac Asimov y Arthur C. Clarke. Bien, a mí me gusta hablar de los cuatro grandes, uno de los cuales es Poul Anderson y ninguno de los cuales es Robert A. Henlein, al menos eso creo de momento. Y no es por su supuesta carga derechona, sino porque jamás he apreciado su supuesta maestría narrativa. Seamos francos, Poul Anderson estaba bastante mas a la derecha de dios que Robert A. Henlein. En los relatos que componen este libro, por ejemplo, podría pensarse que hay una exaltación del capitalismo y la libre empresa. Nada mas lejos de la realidad, si les dedica alguna simpatía, es porque veía al empresario como una versión moderna del señor feudal que vela por sus súbditos, o eso creía Poul Anderson, para él, el capitalismo occidente es cosa blandengues liberales incapaces de subirse la cremallera de sus propios pantalones. !El feudalismo si que molaba!. En toda su obra hay una constante: la nostalgia y la exaltación del feudalismo. Nicholas Van Rijn incluso hace que sus hombres de confianza le presten juramento de lealtad. !Ja,ja,ja! Una medida que nunca sirvió de nada en las sociedades medievales, donde, ya se sabe, los juramentos se hacian para romperlos y nunca hubo un ser mas traicionero que un señor feudal, como para intentar aplicarla en el mundo empresarial, cien mil veces mas corrupto. Me pregunto como le habría hido a Van Rijn en el mundo real.

Dicho esto vayamos a por este libro en sí. Como su nombre indica, trata de las aventuraras de diversos comerciantes galácticos y sus contactos con culturas mas atrasadas. Anderson era un gran creador de mundos, su maestría en crear mundos y culturas alienigenas es indiscutibles, aunque abuse un poco de las sociedades mas o menos medievales pobladas por guerreros orgullosos. Siempre estuvo a caballo entre la ciencia ficción hard, con una buena base científica, y la variante mas pulp y aventurera, con lo que no es de extrañar que este libro uno se encuentre lo mismo con descripciones de novas y ecologías basadas en el amoniaco que con batallas espaciales y duelos a punta de espada, pero es el componente aventurero el que predomina.

Los aficionados a su obra agradeceremos el reencuentro con Nicholas Van Rijn y David Falkayn y su grupo de comerciantes. En la parte negativa, tengo la impresión de que los relatos mas interesantes habían sido publicados ya en diferentes revistas y compilaciones, y uno se encuentra aquí con los restos. Eso no quiere decir que carezca de interés, pero echo en falta obras maestras como "El escondite". De los relatos incluidos, "La llave maestra" me ha parecido el mejor, por los fascinantes alienigenas que presenta y su maestría narrativa. "La rueda de las tres esquinas", es casi igual de bueno y además se mete con los fanatismos religiosos. "Territorio", comporte muchos puntos en común con "La llave maestra". Nicholas Van Rijn derrocha carisma y es un buen relato, pero me ha parecido mas estereotipado. "Esaú (Derecho de nacimiento)", está bien mientras describe el mundo en el que tiene lugar y la amenaza a la que éste se enfrenta, pero lo resuelve todo de un modo un poco tonto. "El sol invisible", es seguramente el mas flojo, una aventurilla contra una belicosa cruzada galáctica surgida de nadie sabe donde. "Equipo de comerciantes", es el mas largo, cien páginas prácticamente una novela. En el todo se subordina a la aventura. Los sofisticados protagonistas descubren lo peligrosos que pueden ser unos bárbaros atrasados. Es un relato con mucho humor e ironía, que aunque no aporte mucho al intelecto, resulta delicioso. Este y el anterior, y tal vez todos, pueden resultar un tanto machistas para la mentalidad actual (por poner un ejemplo Falkayn conquista a la chica de la historia cuando esta ve lo que es capaz de hacer espada en mano). Por último "La estrella del destino", es una especie de prólogo de la novela "Mirkheim", cuyos lectores echaban en falta (yo lo hice). En el se insinúa ya el tono elegiaco que presidirá dicha novela y se plantea un interesante escenario astrofísico.

La edición es impecable, buen papel, buena letra, atractiva ilustraciones, una introducción que incluye una cronología de la saga. Si acaso, me ha parecido detectar algún error de típico de traducción confundir sensato con sensible y cosas así.

El Poul Anderson de estos relatos es un autor joven, muy influenciado por los pulps, que todavía no cae en los excesos líricos y poéticos que darán luego mayor atractivo a su prosa, para en su etapa final volverla repetitiva y amanerada. Es un autor que busca capturar la atención del lector, para asombrarse y divertirle. Puede decirse que lo consigue. No es la mejor antología suya que he leído, pero no es mal libro que leer. Los aficionados a la ciencia ficción clásica no deben perdérselo.

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