"La libertad interminable" de Joe Haldeman

Las cosas de la vida quisieron que me leyera "La guerra interminable" después de haberme leído la adaptación al cómic. El cómic me había encantado y la novela me encantó. El hecho de saber exactamente lo que iba a pasar a continuación no m estorbó lo mas mínimo el disfrute de su lectura. Las cosas de la vida han querido que me lea "Libertad eterna" después de haberme leído la adaptación al cómic. El cómic me pareció flojillo. Saber exactamente lo que iba a pasar a continuación sin duda ha influido negativamente en el disfrute de su lectura. La novela me ha parecido flojita.

Para empezar es una novela totalmente innecesaria. "La guerra interminable" tenía una conclusión completamente satisfactoria. Sus últimas líneas es uno de los mejores finales que he leído, y encima es un final feliz. A mí me encantan los finales felices, pero, reconozcámoslo, los finales felices suelen ser menos impactantes. Para terminar de rematarlo, a Joe Haldeman no se le dan demasiado bien los finales. Aprovecho la ocasión para dirigirme a mis hipotéticos lectores, si alguno de ustedes es capaz de explicarme el final del "Engaño Hemingway", le agradecería que se pusiera en contacto conmigo y me lo explicara. Los finales de "Viejo siglo XX", "Camuflaje", "Puente mental" o la trilogía de los mundos, varían entre lo decepcionante, lo improvisado o los deux ex machine mas delirantes.¿Porque demonios se empeña Haldeman en destrozar su final mas logrado?

Supongo que por dinero. Esto no es en absoluto un reproche, a fin de cuentas uno debe vivir de su trabajo, y su trabajo te gusta mejor que mejor. En las notas intercalada entre los relatos de "Sueños infinitos", Joe Haldeman comentaba algo así como que "Puedo prostituir mi arte, pero no soy una puta barata". Imagino que los editores le han estado persiguiendo durante años para que escriba una secuela. A fin de cuenta eso fue lo que motivo el titulo de "Paz interminable", novela que no tiene absolutamente nada que ver con "La guerra interminable", que obviamente no transcurre en el mismo universo, pero a la que le cambiaron el título para que vendiera mas. Le habrán ofrecido cada vez mas y mas dinero hasta que finalmente no pudo resistirse a sus ofertas.

A fin de cuentas, nada nos obliga a los lectores a comprar el libro. En particular, después de haber leído el cómic, yo estaba bastante seguro de que no me iba a gustar y no me lo pensé ni un minuto a la ora de comprarlo. Frikismo, completismo, devoción por una obra o por un autor. Manías personales.

¿Que nos ofrece "Libertad interminable"? Bueno el matrimonio formado por William Mandela y Marygay Potter ya está bastante harto de vivir en un mundo dominado por clones y decide apoderarse legal o por la fuerza de una nave espacial, darse un voltio por la galaxia a velocidades relativistas y volver dentro de diez mil años a ver que ha sido de la humanidad. Así que hay que organizar un largo viaje espacial de varios años.

¿Les suena de algo, esforzados lectores? Si, exactmente lo mismo que en "Viejo siglo XX", la segunda y tercera parte de la trilogía de los mundos, e incluso algún relato suelto como "Tricentenario". El tema de los viajes espaciales que duran varios años debe ser algo que apasiona a Haldeman, porque le ha dedicado ya varias obras y, sin duda, muchas horas de reflexión. Sin duda, si alguna vez se pusiera en marcha un proyecto de esta envergadura, convendría tenerle como asesor. Así que, el que haya leído estas obras ya sabe lo que se va a encontrar, problemas de organización y convivencia, poner en funcionamiento los cultivos, y muchas reuniones de selección de candidatos para elegir a las personas mas adecuadas.

Por el camino se tiran para atrás algunos detalles del final de "La guerra interminable". El planeta en el que viven los veteranos no es tan idílico como aparentaba, aunque, si lo fuera, no tendríamos historia, pues no querrían irse. Los años han vuelto a Haldeman escéptico sobre las inteligencia comunales que aparecían al final de su clásico. Este tipo de inteligencias eran tópicos muy habituales en la ciencia ficción de la primera mitad del siglo pasado, pero ya no le deben de parecer tan plausibles. Encuentro interesantes las puntualizaciones que se le hacen.

El libro está escrito en el estilo típico de Haldeman, sutil e irónico. Se lee con facilidad y es muy entretenido. Las cosas ocurren deprisa, tal vez demasiado deprisa, hay una cierta sensación de apresuramiento, los momentos de acción o los que deberían resultar mas impactantes, a veces hacen desear una escritura mas pausada, que permita apreciar el impacto emocional. El clímax de la primera parte apenas tiene auténtica emoción. Un asesinato se convierte en un incidente sin apenas importancia.

En la segunda parte, la novela da un cambio de rumbo, inesperado pero no original, pues se trata de un argumento mil veces visto, que, con variantes, ha sido empleado por gente como Stephen King, la serie de televisión "Twilight Zone", e incluso algún autor español de éxito. El modo en que lo resuelve, es la madre de todos los deux ex machine. Uno no sabe si Haldeman le está tomando o no el pelo, aunque curiosamente, saca de la explicación algunas consecuencias inteesantes,que apenas esboza, antes de dar por terminada la novela, con una frase final muy impactante.

No resisto la tentación de arriesgarme a columpiarme, pero hay un detalle de la traducción que me ha escamado. En la página 343 dice Mickey, Donald y Minnie cantarrurearon ripios de advertencia mientras removían y absorvían los restos fragmentarios..." Sin mirar lo que dice el original inglés no puedo saberlo, pero cada vez que veo el verbo "remover" en una traducción al castellano, me entran los sudores fríos, pues suele ser una mala traducción de "remove" en este caso, además, estaban limpiando, pero bueno, los dos significados pueden ser correctos. La traducción es de Rafa Marín, que aparte de saber mucho mas inglés que yo, suele hacer unas traducciones impecables, imperceptibles (sabes que una traducción es buena cuando no se nota que es una traducción) Creo que sus traducciones de Dan Simons, por ejemplo, fueron geniales.

En fín, dejémoslo estar. Es una secuela innecesaria. No es ningún horror, se pueden hacer cosas peores que leerla, pero tampoco es particularmente memorable.

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