“La llegada” de Joe Haldeman





Una astrónoma de la localidad de Gainesville (Florida), detecta una transmisión del espacio exterior, un simple “vamos de camino”, proveniente de una fuente que los cálculos revelan que llegará a la tierra justo el día de año nuevo. La novela se centra en como este acontecimiento afecta al mundo, centrándose en Gainesville. Es una novela coral, con multitud de personajes, construida de un modo curioso, cuando dos personajes se encuentran, o se llaman por teléfono, el punto de vista del narrador se traslada del personaje que estábamos siguiendo hasta ahora al personaje con el que acaba de cruzarse. Este artificio es el principal atractivo de la obra, la forma que no el contendido. Dicho esto, Joe Haldeman sale victorioso del reto con nota, esta peculiar forma de narrar no obstaculiza en ningún momento lo narrado. La novela es tremendamente entretenida y muy adictiva. Y corta, se lee en un abrir y cerrar de ojos.

Una vez mas Joe Haldeman hace parecer fácil lo difícil, su estilo engañosamente sencillo y directo, carente de retórica, sin abusar de metáfora ni símiles, resulta tremendamente eficaz para transmitirnos tanto lo que ocurre como las emociones de sus personajes. Su sentido del ritmo, su habilidad para dosificar la intriga y los golpes de efecto, es admirable. En los momentos en que las cosas empiezan a torcerse o se producen giros inesperados es del todo imposible abandonar la lectura. Esta novela es del tipo que quedarían muy bien adaptadas al cine o a una mini serie de televisión.

Los problemas: uno echaría en falta saber algo más de los personajes. Desarrollados con sutileza, a partir de cómo hablan o se comportan, no se nos cuenta casi nada de su pasado. No puedo evitar preguntarme como una pareja se las apaña para mantener su matrimonio, y dado el innegable afecto que desprenden sus conversaciones y actos es innegable que el matrimonio se sostiene, cuando uno de los cónyuges es reconocidamente homosexual (y el otro no). En una novela coral, a mi me gustaría que cada uno de los personajes tuviera su propio arco argumental, que fueran de A a B. No es el caso. Muchos acaban exactamente igual que empezaron y no les ocurre nada interesante. Su finalidad parece únicamente servir de puente entre los personajes a los que si les ocurren cosas. Quizá podríamos decir que aportan mas puntos de vista sobre como la noticia de la llegada afecta a la gente común, pero entonces habría que convenir en que no les afecta en lo mas mínimo. Pienso en la mendiga, en la dueña del restaurante con quemaduras y, sobre todo, en la estudiante de medicina que se subvenciona la carrera con el porno, cuya presencia permite un divertido documental sobre la grabación de pornografía en realidad virtual, pero que no aporta nada más.

Cuando basas el argumento de tu novela en como la inminencia de un suceso afecta a la gente, cuando ese suceso se produce tiene que resultar lo suficientemente impactante como para que el lector se sienta compensado por la espera. Haldeman lo consigue a medias. Al final, hay algo parecido a una sorpresa, hay revelaciones, pero no hay nada demasiado original, es como si Haldeman se hubiera limitado a escoger la primera de las posibles soluciones que podía prestar la ciencia ficción clásica a la historia. Le queda un poco precipitado e improvisado, lo que ya voy reconociendo como marca de la casa en las novelas de Joe Haldeman.

Por último, aunque esto no tenga ninguna relevancia en los aciertos o desaciertos de la novela, no puedo evitar señalar que, en el futuro en el que esta transcurre, Cataluña es un estado independiente que no forma parte de España.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

“El fin de la muerte” de Cixin Liu

"Mark" de Robin Wood y Ricardo Villagrán

“La era del diamante: manual ilustrado para jovencitas” de Neal Stephenson