“Nido de Pesadillas” de Lisa Tuttle



Hace unos años Lisa Tuttle era una perfecta desconocida en España, salvo por los forofos de George R.R. Martin, pues escribió en colaboración con él su primera novela “Refugio del viento”. Desde entonces se han publicado dos libros de relatos y una novela. No soy lo que se dice un fan de la literatura de terror. Las escasas novelas modernas que he leído me decepcionaron, opino que sus emocionantes desenlaces no compensaban sus desarrollos, morosos y faltos de interés. Los viejos clásicos mantienen su encanto, aunque suelen envejecer mal. Los relatos si que me atraen, pero, claro, en el fondo no he leído muchos mas que los de Poe y Lovecraft. Sin embargo, los comentarios fueron tan entusiastas que me animaron a probar.

Las bondades de Lisa Tuttle son evidentes. Sus relatos están perfectamente construidos, su estilo, engañosamente sencillo y eminentemente narrativo nunca se detiene en digresiones ajenas a lo narrado y sus descripciones nunca son gratuitas. Es perfecto para recrear los ambientes y disecciona con gran habilidad las personalidades de sus personajes, que, como otros han repetido hasta la saciedad, son personas normales perfectamente comprensibles, cuyas reacciones son completamente lógicas, ante los hechos que afrontan.

En sus relatos confluyen la amenaza externa con el conflicto interno. De algún modo, la irrupción de lo extraño, el hecho anómalo que altera las vidas de sus protagonistas, siempre femeninas, parece la exteriorización de un problema interno. Por poner algunos ejemplos obvios, en “La otra madre” sería la imposibilidad de compatibilizar una vocación artística con el cuidado de una familia, en “Sun city” la incapacidad de rehacer la vida después de una ruptura matrimonial, en “El nido” el agobio que la sobreprotección de su protagonista provoca sobre su hermana. Entonces aparece “algo” que rompe las reglas del mundo racional, que a veces ofrece una peculiar solución al conflicto y otras lo lleva a inevitable conclusión.

En las historias de Lisa Tuttle, las personas asustan casi mas que los monstruos, si es que existen. Lo mas inquietante de “El nido” no es si existía o no un monstruo refugiado en el desván, sino la reacción final de la protagonista. Para mi gusto, el relato mas horrible de todos es “Bienes compartidos” en el que no ocurre nada sobrenatural. Es tan creíble que no me sorprendería que se basara en hechos reales.

El libro se lee muy bien, es entretenido y está bien escrito. Con tanto de bueno, he de confesar que, aún así, no me ha entusiasmado. En parte es porque, después de haberlos visto tantas miles de veces por televisión, le tengo manía a algunos de los clichés del género. Me explico, en casi todos los relatos, la protagonista es consciente de algún trastorno sobrenatural, del que solo ella es consciente y que se esfuma en cuanto aparece otra persona, por lo que duda de sí misma y es incapaz de convencer a los demás de que es real. Es tan repetitivo que me enerva. Igual esas son las reglas de las historias de miedo. Eso explicaría porque no termino de aficionarme a ellas.

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