“Recuerdos del cuerpo” de Lisa Tuttle

 

Apenas han pasado unas semanas desde que declaraba el poco entusiasmo que me había provocado la antología de Lisa Tuttle “Nido de pesadillas” a pesar de su indiscutible calidad. ¿Cómo es que ahora estoy reseñando otra? En parte se debe a ese impulso irresistible que a veces me hace desear profundizar en la obra de un autor que desconozco hasta hacerme una idea propia. En parte a que los dos son libros bastante cortos y empecé a leerme uno casi a continuación del otro.

Subtitulado “Cuentos de deseo y transformación” este libro me ha encantado. ¿Cómo es posible? ¿Qué es lo que tiene “Recuerdos del cuerpo” de lo que carezca “Nido de pesadillas”? Ni yo mismo me lo explico. Una ironía que no estaba tan presente en “Nido de pesadillas”. O quizá se deba a que las historias de este volumen son un poco más enloquecidas. Aunque cuenta con muchos, y muy buenos, cuentos de terror, muchas de las historias son tan inclasificables como insólitas.

¿A que género intentarías adscribir “En piezas sueltas”, el relato de la mujer que, al día siguiente de que cada uno de sus amantes la abandone, encuentra partes de su cuerpo en su dormitorio? La palabra “surrealista” acude a mis labios, pero al parecer Lisa Tuttle no siente ninguna simpatía por este movimiento. Ella describe con escrupuloso realismo como sus personajes se enfrentan a lo imposible. Este relato me tuvo tan embebido que me pasé unas cuantas estaciones de metro. Sospecho que se debió mas al agotamiento laboral y a que los años empiezan a pesarme que a sus virtudes, pero lo cierto es que ocurrió y es un relato muy bueno.

¿O que decir del relato en el que la protagonista se ve transportada a un mundo en el que el género lo determina la posesión de un lagarto? Extraño, absurdo y de los mas terroríficos que he leído.

La lectura de “Recuerdos del cuerpo” es un experiencia imprevisible, los relatos son muy distintos unos de otros y cualquier cosa puede pasar en ellos, desafiando por completo la credulidad del espectador. El absurdo, la maravilla y el terror compiten por sus páginas. Casi todos los relatos terminan de modo desagradable para sus personajes, así que avisados quedan los lectores mas sensibles, al igual que algunos lectores masculinos, a los que pueden espantar los relatos que abordan la identidad del género, lo que diferencia a cada sexo y lo tenue que puede llegar a ser la barrera que los separa. El subtítulo está muy bien elegido, puesto que los cuentos incluidos hacen referencia al deseo y la transformación.

Una grata y agradable sorpresa.


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