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Mostrando entradas de abril, 2016

“La máquina de la felicidad” de José Antonio Suárez

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Me he aficionado a las novelas de José Antonio Suárez. No es la primera vez que aparece por aquí ni será la última. Sin embargo, cuanto mas conozco su obra, mas patentes se me hacen sus defectos literarios. A saber: - Carencia total de sutileza. En sus novelas el lector no llega conocer la personalidad de sus protagonistas por como se comportan o hablan, sino porque el narrador omnisciente nos cuenta todo lo que necesitamos saber, o lo hacen los propios protagonistas en alguno de sus innumerables diálogos. Eso hace que la historia avance mas deprisa, pero también la hace menos impactante y elimina la “inmersión” en el relato. En sus novelas no se tiene la sensación de estar dentro de la historia, sino de que alguien te la está contando, muy deprisa. - Todos los personajes hablan igual. En “La máquina de la felicidad”, precisamente, hay un cierto esfuerzo por paliar este defecto, los elementos más criminales, vulgares o de peor estrato social, dicen mas tacos, pero es un esfuerzo in

“Galveston” de Nic Pizzolatto

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Ni la primera temporada de “True detective” me pareció tan buena, ni la segunda tan mala. Tras finalizar el visionado de la segunda, decidí darle una oportunidad a esta novela, por lo que sé, la única hasta ahora escrita por el guionista de la serie. No soy un experto en literatura de serie negra, aunque me encanta el cine. Adoro a Raymond Chandler, pero mis historias favoritas no son las de detectives privados, sino las protagonizadas por delincuentes. “Galveston” es el tipo de historias que me gustan: Roy Cady es un maduro matón profesional que acaba de descubrirse víctima de un cáncer terminal. Como las desgracias nunca vienen solas, poco después su jefe intenta deshacerse de él. En el subsiguiente baño de sangre, Roy se hace con pruebas incriminatorias que podrían mandar a su ex jefe a prisión y termina cargando con una joven prostituta que tuvo la mala suerte de verse envuelta en todo el fregado, junto con una pequeña pariente de ésta. No se le ocurre nada mejor que ir a refu

“Soplo mortal” de Isaac Asimov

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Enterarme de la existencia de una novela de Asimov que aún no había leído fue todo un alegrón para mí, que desencadenó la inevitable búsqueda y su inevitable consumo en 4 días laborales, a pesar de que, como suele ocurrir con estas obras perdidas de Asimov, la traducción sea horrible, aunque, al menos por esta vez, legible. “Soplo mortal” no es una novela de ciencia ficción, aunque la ciencia es una parte muy importante de la novela. Cuenta la investigación que realiza un profesor universitario de química de la muerte aparentemente accidental de uno de sus alumnos. La investigación no es particularmente memorable, Brade el profesor, se limita a mantener conversaciones con todos los implicados y a elucubrar continuamente. Los seguidores habituales del buen doctor no se sorprenderán al encontrar que la novela está montada alrededor de los diálogos y se olerán en seguida la identidad del asesino. A pesar de ello, es totalmente disfrutable. Es un Asimov de primera época, con un estilo

“Dentro del Leviatán” de Richard Paul Russo

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Hace ya unos años que andaba detrás de esta novela. Cuando se publicó, me llamó la atención, pero en ese momento vivíamos un momento de bonanza editorial, no se podía leer todo lo que se publicaba y, aunque tenía buena pinta, no tenía una pinta extraordinaria, parecía un poco tópica y no creó ningún maremoto en el mar digital La novela transcurre en el Argonos . El Argonos es una nave espacial enorme, densamente poblada por personas que han nacido allí y jamás han conocido otro lugar. Sus habitantes están divididos entre una casta privilegiada y otra que realiza todas las tareas pesadas y enojosas, que habita los niveles inferiores de la nave. Decir que es una nave generacional, en el sentido clásico, podría ser exagerado, pues es más rápida que la luz y no tiene un destino claro, los registros se perdieron, se desconoce cual era la misión original de la nave, si es que la tenía. Llevan al menos trescientos años dando tumbos por el espacio. Una gran catedral con vidrieras que dan

“Cibertormenta” de Matthew Mather

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Vivimos tiempos difíciles para los aficionados a la ciencia ficción adultos. Los grandes nombres del género ya no se comercializan en nuestro país y las novedades se han reducido prácticamente a cero. Con algunas excepciones. Una de ellas son los autores primerizos que han conseguido un gran éxito auto publicando su obra en Internet. Sobre todo si se da el caso de que se está preparando una película o una serie de televisión sobre ella. Ese fue el caso de Andy Weir y parece ser el caso de Matthew Mather. Reducida a su mínima esencia, la novela cuenta como una serie de ciber ataques desarticulan la administración de Estados Unidos y como la ciudad de Nueva York se hunde en el caos. Hay dos maneras de enjuiciar el libro, como tesis o como novela. Como tesis, plantea algunas cuestiones tan interesantes como preocupantes: nuestra creciente dependencia tecnológica, el conflicto entre libertad y seguridad, el riesgo que comporta la creciente complejidad del mundo y el modo en que aumenta